Este domingo, el Estado Islámico (EI) se adjudicó el atentado terrorista que dejó a diez agentes policiales muertos en el norte de Irak.
Según lo que se detalló en un comunicado de la organización, “diez policías murieron, entre ellos un oficial, por un ataque de los soldados del califato en Kirkuk, donde atacaron a una patrulla de policía federal apóstata (que abandonaron su religión), en el pueblo de Al Tarfaui, situado en la zona de Riad”.
Además, añadieron que “detonaron un artefacto explosivo y atacaron a los soldados con metrallas y granadas”. A lo que precisaron que mientras un segundo vehículo policial llegó a apoyar a sus compañeros. Sin embargo, este recibió el impacto de “un proyectil”.
“El ataque causó la muerte de 9 policías y un oficial y la destrucción de un vehículo blindado”, sostuvo el grupo de rebeldes sunitas en el comunicado relativo al atentado en Irak.
“Cobarde atentado terrorista”
Por su parte, el portavoz del Ejército iraquí, Yahya Rasool, le indicó a la agencia de noticias iraquí, INA que el comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Muhammad Shia al-Sudani, ordenó la formación de un comité de investigación del “cobarde atentado terrorista”.
Asimismo, se les encomendó a las fuerzas de seguridad que prestaran atención e inspeccionaran las carreteras y que no dieran oportunidad a los elementos terrorista.
Cabe mencionar que el mes pasado, fueron 4 los policías asesinados en otro atentado.
Este tipo de ataques representan los remanentes de la agrupación terrorista que aún persisten en algunas zonas de Irak, así como también persisten en la vecina Siria. Estas células, que se mantienen activas, enfocan la mayoría de sus arremetidas contra las fuerzas de seguridad iraquíes.