Condenan a encargada del Hogar Santa Marta por 10 cuasidelitos de homicidio

A casi 6 años del incendio que les quitó la vida a 10 adultas mayores en Chiguayante, Marta López, la dueña del Hogar Santa Marta, asumió su responsabilidad en el trágico hecho ocurrido en 2018, por lo cual fue condenada a 541 días de cárcel que finalmente cumplirá en libertad.
Los familiares de la víctima celebran que se al fin se hizo justicia tras casi 6 años del lamentable hecho. El abogado Enrique Hernández, representante de las familias querellantes, indicó que lo más valorable de este fallo es que «cada una de las víctimas indirectas cierran un ciclo en que se determina judicialmente la responsabilidad por el lamentable incendio del Hogar Santa Marta».
El fallo del Juzgado de Garantía de Chiguayante determinó la culpabilidad de López como autora de 10 cuasidelitos de homicidio y un cuasidelito de lesiones graves, todos ocurridos el 14 de agosto de 2018 cuando comenzó un incendio en el Hogar Santa Marta por una fuga de calor proveniente de la parte superior del cañón de la estufa, la cual era de fabricación artesanal y no estaba certificada.
Durante la emergencia no se aplicó ningún Plan de Emergencia y Evacuación, ni se utilizaron los extintores. Las cuidadoras solo llamaron a servicios de emergencia y comenzaron a evacuar otros pabellones. Cuando llegó bomberos, 8 minutos después, la estructura del pabellón B, donde dormían 10 adultas mayores con dependencia severa o se encontraban postradas, ya había colapsado.
Ante los hechos, el fallo indicó que «en efecto, la imputada Marta López Jenssen no cumplió con la obligación de regularizar y poner al día la edificación en materia de seguridad y protección contra incendios (…), es decir, la estructura del inmueble no mantenía la resistencia al fuego necesaria atendido el uso o destino que se le daba».
Asimismo, se le sumaron incumplimientos normativos sobre la falta de certificación de un experto en prevención de riesgos, no contaba con un Plan de Emergencia y Evacuación, los extintores no estaban certificados y con un peso excesivo para ser manipulado por las cuidadoras del recinto, además, no hubo capacitación al personal para el uso de estos.

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