La historia de Omar Bin Omran es, sin duda, digna del guion de una película. Luego de estar durante 27 años desaparecido, el pasado 12 de mayo fue hallado con vida en el municipio de Al-Qadid, en el estado de Djelfa, en Argelia. Pero eso no es todo, ya que el hombre estaba secuestrado en la casa de su vecino, a menos de 200 metros de su hogar. El caso ha estremecido al país africano y ha sido ampliamente cubierto por la prensa local, entre ellos el medio El Khabar, uno de los periódicos más leídos de Argelia. Según se ha reportado, Omar tenía unos 16 años cuando desapareció mientras iba camino a una escuela vocacional, en plena guerra civil argelina. Y aunque su familia pensó que había sido una víctima más del conflicto, inició una búsqueda que no rindió frutos. No obstante, la madre del hombre nunca dejó de creer que su hijo estaba vivo. Sin embargo, la mujer murió en 2013 sin conocer el increíble desenlace de la historia. Según se ha señalado, otro personaje importante del caso fue el perro de la familia de Omar. De acuerdo a los relatos de cercanos, la mascota solía acercarse a olfatear la casa donde el hombre fue finalmente encontrado. Por esto, el secuestrador lo envenenó y lanzó el cuerpo del can frente a la casa de la familia de la víctima.
Veía todo desde su encierro El rescate del hombre fue grabado con la cámara de un celular y viralizado en redes sociales. En las imágenes se ve a Omar mirando hacia arriba dentro de un agujero rodeado de heno. La víctima luce una barba prominente y ropa desgastada. Pero, ¿cómo se llegó a él? Según informó El Khabar, todo fue debido a una publicación en redes sociales que afirmaba que Omar estaba vivo y retenido en la casa de su vecino. Los familiares del hombre acudieron a la Gendarmería Nacional -una rama de las Fuerzas Armas de Argelia- para que reabriera el caso. La entidad informó que la denuncia había sido hecha por un hombre cercano a quien se apuntaba como autor del secuestro, aparentemente su hermano, con quien mantenía una disputa precisamente por la propiedad del inmueble. Y aunque en siguientes publicaciones indicó que todo se trataba de una broma, familiares y cercanos a Omar insistieron, y comenzaron a atar algunos cabos, como el envenenamiento del perro, el hecho de que el hombre no permitía que nadie ingresara a su casa y que siempre compraba comida para dos personas a pesar de que vivía solo. Es por esto que una noche decidieron ingresar al inmueble y registrarlo. Y aunque el secuestrador, un hombre de 61 años, se veía calmado, su actitud de inmediato cambió cuando comenzaron a acercarse a la tapa del agujero donde fue encontrado Omar.
Fuente: Emol.com