Una de las comunas más afectadas por el sistema frontal es Curanilahue, en la Región del Biobío. Tres afluentes colapsaron y el agua alcanzó gran parte de la ciudad. Actualmente, no está en ejecución el plan maestro para canalizar aguas lluvias, el que si bien se planteó hace más de ocho años, aún se mantiene a la espera de que se firme el decreto. ¿Podría este plan haber cambiado las cosas? A juicio de la jefa comunal, Alejandra Burgos (Ind), la respuesta es sí, ya que el estudio tiene por objetivo justamente «mitigar las condiciones de vulnerabilidad que tienen los territorios por inundaciones, y significa poder proponer una serie de obras que permitan reducir al máximo el riesgo de inundación en aquellos territorios que son vulnerables a eventos hidrometeorológicos». El que beneficiará a tres comunas: Lebu, Arauco y Curanilahue, las dos últimas fueron las con mayor afectación tras el paso del sistema frontal por la región.
La situación se arrastra hace años. Si bien en marzo de 2023 fueron presentados los resultados de los estudios, faltando únicamente esta firma, estos se vienen realizando desde 2015, según declaró la alcaldesa. «En marzo del año pasado nos informaron de que ya estaba listo para ser decretado el resultado de este estudio», de esta manera han pasado 15 meses «esperando la firma de un decreto. Una vez pasada esa etapa, es que se empieza a trabajar en los proyectos que finalmente dan origen a las obras de mitigación para la canalización de ríos y otras estructuras necesarias para generar estos cambios». Entonces, ¿a qué se debe esta eterna espera? A juicio de Burgos, es principalmente a «la magnitud de recursos que se requieren para poder implementar y que hace que estos estudios terminen quedando no vigentes (…) En mi opinión personal, la espera tiene que ver con que, para las autoridades es casi obligatorio que si decretan los resultados de un estudio, también tienen que tomar las medidas para construirlo y eso implica el uso de recursos, que es altísimo», sosteniendo que la cifra ronda los $15 mil millones. Esto significa «más del doble del presupuesto que tiene el municipio en un año. Así, uno logra comprender que el poder retrasar esto implica no tener que comprometer recursos cuando quizás no se tienen y que no dan la rentabilidad social que eso requiere para obras de estas magnitudes». La alcaldesa de Curanilahue explicó algunas de las obras que comprende este plan. Por un lado está la canalización del río, lo que implica «mantener el cauce pero canalizarlo adecuadamente a través de aviones y similar a las obras que se han hecho en Santiago y Concepción».
También se establecerían zonas de inundación programadas, es decir, «cada vez que suba el nivel del río por cierta cuota, poder desviar el cauce para que inunde zonas previamente determinadas y que no genere daño, como lo son las zonas de humedales». Una tercera obra se relaciona con volver a construir la red de captación de aguas lluvias. «Por lo que hemos estimado, dada la topografía de nuestra comuna, significa alrededor de 800 sumideros que podrían necesitar volver a reconectarse con nuevas redes», indicó. Un hecho que dificulta su realización es el número de personas que viven en las comunas. «Al ser comunas con muy pocos habitantes, en el momento de hacer las evaluaciones del Ministerio de Desarrollo Social, nos encontramos con que los proyectos no cuentan con una recomendación favorable por la cantidad de personas que habitan el territorio. Esto nos complica porque nunca entonces podríamos tener acceso a obras de esta magnitud, porque no vamos a tener la posibilidad de tener la cantidad de personas para ello», lamentó. Lo que si destaca es que -a su juicio y de los miembros del área técnica del municipio- de «haber llevado adelante una obra como esta en el momento que correspondía, podría significar reducir y mitigar la afectación absolutamente de todos los vecinos en Curanilahue». Tanto así, que «cuando esto fuera un evento más fuera de lo común de lo que tenemos actualmente, de todas maneras no tendría la afectación en daño material de tiene hoy (…) Si hubiésemos tenido estas obras, probablemente la afectación que tendríamos sería mucho menor y la podríamos contener solo con los recursos habituales que requiere una comuna para funcionar», concluyó.
Fuente: Emol.com